Desde sus comienzos, Laszlo Otto ha creado imágenes geométricas influenciadas por el arte concreto. La estructura directa de cuadrados y líneas de color refleja las imágenes internas del artista. Sus obras de arte están influenciadas por ontologías orientales y filosofías europeas. En su minimalismo formal, las pinturas son «en sí mismas» y no están determinadas por leyes externas. Las piezas de arte son objetos de meditación, un puente entre la persona que busca la plenitud espiritual y el estado factible de alcanzar.