Trabajando como ingeniero y pintor, Viola tuvo el privilegio de experimentar el discutido pero muy prolífico encuentro entre el arte y la ciencia.
Durante su carrera artística ha estudiado y experimentado con el color y sus leyes a fondo para captar la noción de lo sublime, calificando su lenguaje pictórico con líneas ricas en intensidad y completitud.
Desde sus primeras acuarelas y, más tarde, en sus pinturas al óleo, Franco Viola ha producido paisajes combinando la realidad y el mundo interior, buscando transferir la emoción y lo sublime de la realidad incontaminada.
Un proceso continuo que acompaña a las reflexiones sobre la naturaleza de la pintura en la era de la modernidad y sobre su relación con el lugar, el tiempo y las condiciones sociales y humanas siempre cambiantes. Es un replanteamiento de la naturaleza, en el contexto de un flujo cognitivo y emocional.