INAUGURACIÓN: VIERNES 18 DE NOVIEMBRE 4 – 9 P.M.

Los mundos pictóricos de ISABELLA BERR no se revelan inmediatamente al observador casual. Lo que se muestra parece al mismo tiempo extrañamente ausente, esquivo, en todo caso difuso. No podemos confiar en nuestros ojos.

La imaginación hace el trabajo principal. Los deseos y los miedos, los recuerdos y las proyecciones se cuelan en la percepción. La imagen completa sólo surge en el espectador. Lo que ve revela más sobre sí mismo que sobre el artista.

Se empeña en no escenificar, en no cambiar nada a lo grande. Todo es pura fotografía, aunque parezca pintura. Pero no es la fotografía como estamos acostumbrados. ¿Una imagen realista del mundo? Eso sería demasiado simple. En la obra de Isabella Berr, todo se rompe varias veces: el mundo interior del mundo exterior del mundo interior. El theatrum mundi que pone en escena actúa en el escenario del alma. Presenta mundos de ensueño por los que caminamos como sonámbulos.