KINGA crea figuras e imágenes místicas colocando ricos tejidos reciclados antes de «pintarlos con el objetivo de la cámara». Siempre inspirada en la naturaleza, sus temas giran en torno a la existencia sobrenatural de seres que ella cree omnipresentes en todas las dimensiones. KINGA ve rostros en la naturaleza y quiere que sus espectadores profundicen en sus almas y comprendan su conexión con la Madre Tierra (de ahí los materiales reciclados). Sus obras tienen referencias inconfundibles a las cabezas compuestas de Giuseppe Arcimboldo del siglo XVI, en las que también creaba rostros utilizando recursos naturales como verduras y frutas. El arte de Kinga puede describirse como manierismo moderno con influencias abstractas y surrealistas, todo ello en un esquema fotográfico.